¿Podrían haber suprimido el cromatismo de sus
esculturas los griegos clásicos en caso de no ver los colores? ¿Sería la Muerte
de la Virgen una obra tan potente si Caravaggio no hubiera sabido qué color
era el rojo? ¿Dónde hubiera ido a parar la revolución del color durante el
Impresionismo? ¿Qué hubiera creado Picasso en su Etapa Azul si no hubiera sido
capaz de ver este color?
Sin darnos cuenta, el cromatismo es uno de los
elementos que rigen nuestra vida. Estamos rodeados de colores que nos facilitan
nuestro transitar por el mundo y lo tenemos tan asimilado que nos es
indiferente. Desde el uso de un semáforo, reconocer las banderas de los diferentes países
o el vestirnos diariamente hasta la transmisión de emociones, los colores
cumplen una parte fundamental de aquello que nos rodea. Todo tiene color.
Pero no es así para Neil Harbisson. El artista que
vengo a presentar hoy nació con una curiosa condición visual llamada
acromatopsia que le ha llevado a vivir en un mundo en blanco y negro, ya que no
es capaz de visualizar los colores. Desde mi posición de daltónico puedo
intuir, de algún modo, su forma de ver el mundo. Aunque lo que para mí es percibir lo
que me rodea de una forma distinta a la del grueso de la población, para él
debe ser la antítesis del mundo tal y como está concebido.
Neil Harbisson junto a una de sus creaciones |
A través de un sensor que él mismo elaboró, Neil
ha convertido los colores en sonidos y ha hecho de su peculiar visión una forma
de arte. Su eyeborg le ayuda a detectar los colores del objeto que mira,
enviando la información a un chip y convirtiéndola en un sonido, de forma que
tiene toda una escala de sonidos asociada a la escala de colores. Con ello ha
sido capaz de elaborar una de sus creaciones más interesantes: lienzos en los
que convierte conocidas canciones en cuadros excéntricos de diferentes colores.
Pretende así que el público vea con una simplificación la forma en que él
percibe el mundo cromático.
Rompiendo con la idea de que únicamente los
colores pueden emocionarnos, Neil considera que el blanco y negro también son
objeto de emoción. Considera que las películas antiguas o las fotos sin color
tienen una potencia emotiva muchas veces más fuerte que si presentaran color
alguno. Aunque, por otra parte, encuentra lo atractivo en grandes acumulaciones
de colores. Para él, el mar o la montaña pueden llegar a ser lugares aburridos,
en el sentido en que en estos entornos percibe algo que podríamos llamar “sonidos
monocromáticos”. En cambio, un supermercado es un gran concierto, con
centenares de colores que para Neil suponen centenares de notas. Incluso
encuentra lo atractivo en un cementerio, ya que la multitud de flores con sus múltiples
colores son capaces de crear una sinfonía. Por tanto, ha llegado a comprender
que el color es una percepción pero no únicamente visual.
Otra interesante vertiente de su obra son los
retratos. A partir de los ojos, los labios, la piel y el pelo de cada persona,
consigue crear un acorde único que será el indicado para aquel rostro. Lo más
curioso es ver como el sonido de un retrato cambia con el paso del tiempo,
precisamente porque el rostro cambia. Con lo cual podemos entender que la
percepción del objeto artístico es siempre diferente.
Neil Harbisson retratando a la actriz Vicenta N'Dongo |
La unión de la cibernética a su propio cuerpo le
ha llevado a ser un cyborg reconocido, a pesar de que a día de hoy no
lleva implantado directamente el sensor en su cuerpo, aunque es seguramente la
finalidad de esta idea. A partir de él ha creado la Fundación Cyborg a través
de la cual pretender ayudar internacionalmente a todos aquellos que quieran
formar parte de un nuevo concepto de persona.
El mundo avanza y la cibernética está a la orden
del día. Neil Harbisson consiguió hacer arte, además de llegar a percibir los
colores, gracias a los modernos adelantos que él mismo incentivó. Quizás Neil es tan sólo un precedente o un iniciador del arte que está por llegar. Quién sabe si
algún día se acabará imponiendo lo tecnológico en lo artístico.
Charlie W.
Para saber más sobre el proyecto de Neil Harbisson, os dejo enlaces al documental En un xip multicolor y al sitio web de la Fundación Cyborg.
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