domingo, 23 de marzo de 2014

Perspectives: Art, Inflammation and Me

El ser humano está cargado de atributos. Ser bajo, inteligente, de Pakistán o tener mal carácter al levantarse, son parte de un infinito grupo de elementos que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Algunos los podemos eliminar y sustituir por otros que nos parecen mejores. Otros podemos esconderlos, esperando que no salgan en el momento más inoportuno. Pero hay unos con los que estamos obligados a convivir, ya sean buenos o no. Recientemente, yo he adquirido uno de estos atributos. Soy enfermo de Crohn, algo que me va a acompañar el resto de mi vida. Por el momento, es algo que estoy aceptando. Y quería darle visibilidad. ¿Cómo hacerlo a través del arte contemporáneo? Tuve la suerte de toparme con la exposición “Perspectives: Art, Inflammation and Me”, una agrupación de 200 artistas de 40 países que decidieron hablar con su obra de algunas enfermedades inflamatorias crónicas. No he encontrado mucha información, así que esta entrada será breve en cuanto a contenido artístico. Pero, por lo menos, que quede demostrado que el arte también es la herramienta que puede dar voz a los desconocidos.

Así pues, el pasado mes de febrero tuvo lugar en Copenhague el IX Congreso de la Organización Europea de Crohn y de Colitis Ulcerosa (ECCO). Con motivo de este, las obras encontraron un espacio donde poder ser expuestas, la primera parada de un viaje que esperemos pase por España. Si puede ser por Barcelona, mejor que mejor. Todas las obras reúnen algo en común: son el resultado de la conexión entre el artista y el paciente. A través de ellas, se crea un diálogo en el que las manos de uno consiguen representar la voz del otro. No es sólo una muestra de la enfermedad. Lo que en cada una de las obras se ve es la experiencia personal del paciente. Lo que se expone son alrededor de 200 experiencias, 200 sufrimientos, 200 alegrías, 200 preocupaciones y 200 esperanzas. Porque, por supuesto, cada uno vive la enfermedad como le toca. Esto me recuerda que, hace poco, leí que Ridley Scott, el director de Alien: el octavo pasajero, también había sufrido Crohn. Sólo tenéis que ver el nacimiento del personaje para imaginaros lo que es.

Pero aquí no vengo a hablar de la enfermedad en sí sino del arte. Considero que el hecho de llevar una enfermedad al terreno artístico también es una ayuda para el médico. Algunas veces, no en mi caso, aquel que atiende al paciente se limita a aquello físico, a lo que le sucede corporalmente, dejando de lado la parte moral. Es fundamental en una enfermedad de una magnitud así el hecho de poder sentirse recogido. No se busca únicamente una solución. También se busca la comprensión. Por ello creo que este tipo de exposiciones que llevan la experiencia del paciente a la obra de arte, puede hacer comprender al médico que no debe olvidar lo humano. En la enfermedad se sufre, pero el arte puede ser la expiación y la explicación de este sufrimiento.

Con esta entrada, estoy intentando contribuir en dar visibilidad, yo también, tanto a la enfermedad como a la exposición. Es por ello que me ha costado encontrar material para realizarla pero he tenido la suerte de poder dejaros algunas de las imágenes de las obras de Perspectives: Art, Inflammation and Me. Debo decir, antes de pasar a ellas, que muchos de los artistas no son únicamente profesionales e independientes. También hay estudiantes de facultades de Bellas Artes de distintos países –España, Francia, Canadá…– que han querido colaborar en este revelador proyecto.

Así pues, una de las obras más sencillas pero que a la vez dice muchísimo es la del artista Florian Zyba, Como la sombra que siempre nos persigue. La técnica es simple: un lienzo circular con un color amarillo de fondo está recubierto por miles de puntos de muchos colores. En sí, la imagen ya nos puede ir acercando a una placa de petri, un recipiente donde se consigue el cultivo de microorganismos para su posterior estudio. Pero hay algo más. Florian quiso representar el momento en que el paciente se da cuenta de su enfermedad. Este es el color de fondo, ese amarillo intenso, que está siendo cubierto por los puntos de colores. La enfermedad va cubriendo al que la sufre. 

Florian Zyba
Como la sombra que siempre nos persigue
2013
Como ya he dicho anteriormente, la exposición pretendía dar voz a múltiples enfermedades inflamatorias crónicas. En el caso del conjunto Floriasis¸ se da una interpretación plástica de la psoriasis. Esta enfermedad tiene un handicap añadido y es la repercusión estética sobre el paciente, de lo que se deriva el alejamiento de este de los que le rodean así como del rechazo de la sociedad a alguien de aspecto diferente. Lo que consigue la fotografía no es únicamente explicar una historia. La propia paciente está dando la cara por todos aquellos que sufren. Al mismo tiempo, el hecho de que sean dos imágenes también habla sobre la enfermedad, sobre la etapa en que se mantiene latente y en la que se manifiesta. La piel es el mapa donde la vida nos va marcando. Y así lo hace la psoriasis.

Sandro Aguilar
Floriasis I/ Floriasis II
2013
Como no podía ser menos, os quiero dejar también con un par de obras de afectados por el Crohn. La primera de ellas representa la relación entre la vida del paciente y la enfermedad. A través de un personaje clásico, se muestran los momentos en que la enfermedad se interpone a las pasiones y las inclinaciones del paciente y la soledad y el abandono que puede llegar a vivir este.

Filippo Messina
Il mondo di Chron
2013
La última fotografía prefiero que hable por sí sola. Eso es el dolor y el malestar del Crohn. Y eso es contra lo que Perspectives: Art, Inflammation and Me ayuda a luchar, para que llegue un día en que la obra sea el único vestigio de la enfermedad.

Veronica Roccoli
Il morbo di Chron
2013


Charlie W.

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