domingo, 1 de diciembre de 2013

La lucha artística contra el VIH

Desde el año 1988, la sociedad mundial conmemora, cada 1 de diciembre, la lucha contra el VIH. Este es el virus de inmunodeficiencia humana, una infección transmitida de forma sexual, sanguínea o perinatal que afecta directamente a las células del organismo, provocando que éste no pueda defenderse de otras infecciones oportunistas que le debiliten hasta la muerte. En la actualidad, existen fármacos para apaciguar la fuerza del VIH y evitar su etapa crítica, el SIDA (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida), pero sólo desde el año en que se inició la conmemoración de este día, el VIH ya se ha llevado a más de 25 millones de personas en todo el mundo. Y debo recordar que eran hombres y mujeres, heterosexuales, homosexuales y transexuales, blancos y negros, creyentes y ateos, sin excepción. Es una enfermedad que puede llegar a todos.

Artistas de alrededor del mundo han dedicado su obra, o parte de ella, a representar su relación con el VIH. Desde su rápida expansión en los años 80, el arte contemporáneo ha abierto sus puertas sin miedo a dejar que los artistas hablaran de una realidad hiriente. Lo que pretendo a continuación es mostrar algunos de los artistas que más han trabajado sobre este tema, viendo como una realidad particular afecta directamente a toda la sociedad. No se puede apartar la mirada de todos aquellos que a diario luchan por no morir y el arte siempre está ahí para contar su historia.

Untitled (Portrait of Ross in L.A.)
Félix González-Torres
Uno de los hombres que más ha tratado este tema es Félix González-Torres, artista nacido en Cuba, criado en Puerto Rico y experimentado en Nueva York. Se encargó de crear una dualidad entre lo individual y lo colectivo, haciendo ver a la sociedad que sus propios problemas afectaban también a los espectadores. Toma como objeto artístico lo cotidiano y el producto manufacturado, aquello que la población tiene en su casa para mostrar una dura realidad. Con algo tan simple como una pila de caramelos, González-Torres consigue que el público pueda llegar a sentir una minúscula parte de su dolor. Estoy hablando de Untitled (Portrait of Ross in L.A.). Abatido por la muerte de Ross -su pareja- a causa del VIH, el artista coloca en una sala una cantidad de caramelos que pesan exactamente lo mismo que Ross. Los visitantes pueden escoger llevarse uno de estos hasta que el montón desaparece. Entonces se vuelve a reponer. Con qué facilidad nos habla González-Torres de compartir el dolor al mismo tiempo que sigue persistiendo, que cuando parece que desaparece vuelve. Inevitablemente también está advirtiendo, a mi forma de entender, la facilidad con la que el VIH se expande. Considero que es una llamada de atención, una advertencia a la precaución y al control sobre la enfermedad. 


Untitled
Keith Haring
Keith Haring es otro de los artistas que más ampliamente trató el tema que nos ocupa, debido a que él mismo murió a causa del VIH. Fue uno de los primeros en romper la barrera de los museos e ir directamente a la calle, a reivindicar sobre los muros, con el graffiti, la realidad de la sociedad que le envolvía. Como Félix González-Torres, Haring pretendía expandir su arte ligado a su enfermedad para que la población fuera consciente, para que los jóvenes pararan un momento a reflexionar y pudieran evitar el contagio. Su arte, popularizado en los muros y metros de Nueva York ha llegado al punto de diseminarse entre la sociedad a través de la ropa, los objetos de papelería o las campañas publicitarias. Cualquiera puede tener un Haring en su casa y ni siquiera se da cuenta de ello. El aviso que el artista quería dar se ha difuminado a causa del consumismo pero, gracias a él, otros artistas actuales continúan su estela para que los afectados por el VIH no caigan en el olvido.


Otra de las artistas que más abiertamente ha tratado este tema es Nan Goldin que, a pesar de no vivir la enfermedad en ella, ha visto como muchos de sus amigos han caído. Y es por ello que decide trabajar artísticamente y a través de la fotografía sobre el VIH, por evitar el olvido de aquellos a los que ha querido y se han ido, por abrir al mundo una realidad que no debe esconderse, porque el SIDA es un problema de todos. Uno de sus más impactantes trabajos es la serie de 15 fotografías que realizó a su amiga y actriz Cookie Mueller entre 1976 y 1989. A lo largo de las imágenes puede verse como la enfermedad va afectando a Cookie, además de la muerte de sus amigos y de su propio marido, hasta desembocar en la protagonista en el ataúd. No es amarillismo, es realidad. Es un testigo del dolor que un afectado por el VIH debe cargar a lo largo de su vida. Y es la posición de Nan Goldin como amiga, como persona que supo el lugar que debía ocupar, como acompañante de Cookie y como refuerzo de su dolor.


Cookie Mueller's Portfolio
Nan Goldin


Carrying
Pepe Espaliú
Por último, y no por ello menos importante, podemos acercarnos hasta nuestro país, que también ha sufrido el peso del VIH. Pepe Espaliú fue uno de los que decidió romper el silencio y hablar directamente, en un país de bocas calladas y dedos acusadores, de una realidad que no podía esconderse más. Espaliú sabía que el miedo era el dictador de España y debía hacer algo por poner fin a ese analfabetismo que imperaba en el pueblo. En el 1992, un año antes de su muerte, organizó una potente acción en Madrid llamada Carrying. Él mismo se pasearían por la ciudad, portado por una pareja desde las Cortes hasta el Reina Sofía, descalzo. Durante el recorrido, los portadores irían cambiando pero él nunca tocaría el suelo. Al llegar ante el Centro de Arte Contemporáneo, antiguo hospital de tuberculosos, las puertas estarían cerradas y el propio Espaliú las abriría de una patada. Se abrirían así las puertas a la información, se abrirían las bocas de todos los afectados por el VIH para dejar atrás los tabús de una España que debía avanzar. 



Así pues, hemos visto a cuatro artistas que trataron directamente y sin miedo el VIH. Podrían haber sido otros cuatro o dedicarnos a uno o hacer una larga lista de nombres y obras. Da igual. La cuestión es utilizar el arte como forma de expresión. Si hoy recojo aquí a estos artistas es por hablar de la realidad del VIH, son una excusa, un pretexto. Con cada artículo pretendo presentar verdades del arte pero lo que ahora intento es que tú abras los ojos y la boca, que no entiendas el VIH como un problema ajeno. Esto es por todos los que han caído y por todos los que siguen luchando. Va más allá de Haring o Espaliú. Va a la sociedad en la que vivimos, al mundo y el lugar que ocupamos en él. Que nos domine la razón y el sentimiento y que nunca permitamos que lo que otros quisieron acallar se interponga como una piedra en el camino. Hoy va por ellos, ese ellos que somos nosotros.

Charlie W.

Aquí os dejo algunos enlaces de asociaciones de lucha contra el VIH, información sobre la enfermedad y lugares donde hacerse la prueba:


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